
En el paraje llamado Romerillo, en la comunidad de Tenejapa, del municipio de San Juan Chamula, uno de los municipios más marginados y pobres de Chiapas, Feliciano, quien también es conocido en la prensa como Manuelito, acudió a su primaria bilingüe “Josefa Ortiz de Domínguez”.
Su madre Andrea, de 27 años, dijo a un medio local, Reporte Ciudadano, que a su hijo no le han entregado ninguna beca, como le prometió el mandatario tabasqueño luego de que el 24 de julio pasado se difundiera un video de 36 segundos en el que el inspector Juan Diego López Jiménez y otra funcionaria, identificada como Carmen Torres Díaz, lo obligaran a tirar sus dulces en la calle.
Pero tampoco llegó “el proyecto productivo y la instalación de una papelería que brinde servicio de fotocopiado e impresión”, como lo anunció Angélica Rivera, presidenta del Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) nacional, dijo la madre del menor.
La historia de Feliciano impactó a la sociedad mexicana luego de que través de las redes sociales se divulgó el video donde se capta al inspector López Jiménez obligando al menor a tirar su mercancía que vendía en una de las calles de Zona Luz del centro de Villahermosa, Tabasco. Después de ello, esa “autoridad” se retira y se lleva tres cajetillas de cigarros que al parecer sacó de la canasta del pequeño, quien se queda llorando en el piso.
(sin embargo.mx)