Redacción.- A pesar de estar a punto de morir, provocar fatales accidentes que involucran a terceros o de ser recluido en un hospital siquiátrico, "no hay palabras ni argumentos que convenzan al enfermo
alcohólico" de recibir ayuda; una situación que se agrava pues de acuerdo a la Secretaría de Salud, cada año 1.7 millones de mexicanos engrosan las filas del alcoholismo, afirmó Guillermo L. guía del Movimiento Internacional de 24 Horas de Alcohólicos Anónimos.
En conferencia de prensa para dar a conocer la celebración de su XXXVIII Aniversario, este lunes 19 de agosto, a las 17:30 horas en el Auditorio Nacional, destacó que de acuerdo a la SSa, en nuestro país existen más de seis millones de enfermos alcohólicos, "cifra que muestra un marcado crecimiento", toda vez que el 77 por ciento de la población mexicana mayor de 18 años consume alcohol.
El líder de los alcohólicos recordó, que todavía más grave es el panorama, si vemos que "tan solo el 6.7 por ciento de estudiantes de primaria y 24 por ciento de secundaria son alcohólicos habituales" y "no menos del 6.9 por ciento se encuentra en un nivel de consumo excesivo", mientras que 160 mil horas hombre, se pierden quincenalmente por esta problemática.
Pero también las estadísticas nos dicen que el 15 por ciento del ausentismo laboral es provocado por este problema de salud, a los que se agrega también que un 15 por ciento de los casos de niños maltratados, el padre o madre golpeadores son bebedores excesivos.
Sin embargo, de toda esta cantidad de personas con este problema, solamente 50 mil personas se acercan anualmente a estas agrupaciones, de los cuales muchos no regresan para su tratamiento en terapia.
Lo extraordinario, según el presidente de esa asociación alcohólica, para los que se quedan a seguir con el tratamiento terapéutico, la eficacia de este movimiento radica en la reducción al máximo de la reincidencia, que puede ser de uno en un millar.
"Mi nombre es X... y soy Alcohólico", así comienzan todas las juntas, con duración de hora y media, las 24 horas del día. "Pero tú no estás solo", es la frase favorita que implica solidaridad y comprensión de enfermo a enfermo, de enfermo a enfermo, en esa paradoja en que de la debilidad nace la fortaleza..."
Por su lado Virgilio A. insistió en que para que un enfermo alcohólico acepte ser ayudado, tiene que estar totalmente contra la pared, aniquilado en todas sus formas: con una familia desintegrada, o de plano en la calle, muchas veces sin trabajo, enfermos físicamente y destrozados en lo psicológico.