Por Jesús Olivas Figueroa
La responsabilidad de un gobernador es la de tener el estado que conduce en buenas condiciones, con empleo, salud equitativa, armonía entre las ciudades, con los servicios públicos trabajando en beneficio de la ciudadanía y una calificación de aceptación medianamente aceptable.
Al menos ese sueño sería el ideal, así, con esos requisitos, las vacaciones serían más que merecidas; Sin embargo, es lamentable y mezquino que Guillermo Padrés haya decidido "huir" mientras las llamas arden en Sonora, queman la situación política, social y la tregua no llega, los encargados de ese trabajo, fracasan.
La situación está álgida, delicada, enredada, trabada, y las vacaciones del ejecutivo no esperaron, se marchó sin voltear atrás, alejándose de los problemas que él y su circulo cerrado de "amigos" han provocado.
Y es que los Yaquis no aflojan, siguen firmes, estoicos, le apuestan a su recia personalidad y al apoyo incondicional que le ofrecieron los empresarios que les rentan sus tierras en la región del Yaqui.
Los desplegados no cesan, circulan chorros de dinero que ponen más ceros a las cuentas bancarias de algunos medios de comunicación.
Marchas gestadas desde el interior de Palacio que fracasan, que no encienden, que nunca arrancaron, discursos de "líderes" impregnados de "sabiduría" popular ejercido en estos cuatro años por el "Nuevo Sonora".
Y para colmos de males, SICTUHSA se pronunció hace algunos días por emplazar a huelga una vez que los estudiantes regresen a clases.
Los "Mal nacidos" siguen su lucha, no los callan, se engallan ante la adversidad, pican más piedra y el poder de su palabra taladra la muy diminuta inteligencia del padrecismo.
La familia Ríos Fimbres cumplió dos años, hace tres días, apostada por fuera de la casa de gobierno, donde para Guillermo Padrés, son invisibles, aun y con la enfermedad cancerígena que padecen, las vacaciones no esperaron.
Como podemos ver, para el ejecutivo las vacaciones eran merecidas, minimizó los desmanes en que viven el estado, partió a descansar, dejó la responsabilidad de Sonora en manos de sus amigos, esos mismos que han demostrado hasta el cansancio su ineptitud.
La sensatez de Padrés se extravió, se quedó estacionada en el momento que la soberbia lo abordó, en el momento en que la amistad de sus "amigos" valió más que un estado en poco menos que la quiebra, en focos rojos.
Guillermo Padrés Elías tuvo una carrera política precos, ganó todo en lo que participó, le arrebató triunfos a candidatos fuertes, como a Eduardo Bours a la senaduría, a Francisco Búrquez en la interna de su partido, ganó todo, la misma gubernatura, rompió esquemas, fulminó la hegemonía priísta en Sonora, pero, Qué le pasó?.
El poder lo enloqueció, sus "amigos" lo marearon, le engañaron, lo chamaquearon, el "Memo" se murió, para dar paso a señor Gobernador, lleno de soberbia, de grandeza y escoltado por la sospecha de corrupción, política interna hecha añicos y una relación con la sociedad que camina al filo de la barranca.
Los asesores le fallaron, sus "amigos" lo estropearon, sus ideas se esfumaron, que le queda a Padrés?. Nada, mas que la compra se personajes que otrora mantenían inquebrantable su postura social, y que aunque sea un poco, se decían líderes sociales y se las compraban, con esa gente se la juega Padrés, pero su credibilidad desfalleció y arruinaron su moral, por unos cuantos pesos.
Si bien es cierto, pareciera que a nadie le importa si el gobernador se va o no de vacaciones, la realidad que le dicta dice otra cosa, suplicaba un poco de suspicacia, de tolerancia, de sensatez, nada lo detuvo, ni siquiera la escasez de recursos y la ilusa y falaz austeridad que él mismo promovió, no, nada, sus vacaciones eran inevitables, y se fue.
Listo...Dios los cuide, bendiga y proteja.
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