Decir, expresar o acercarse a la realidad, a la verdad de lo que desencadenó un bloqueo en la carretera federal México 15, a la altura de
Vicam, Sonora, se está convirtiendo en subjetivo.
Las declaraciones vastas de los diferentes actores políticos y sociales han enturbiado un tema que se engendró en la desdicha y que debería ser por naturaleza, un tema de carácter social humanitario que no debió tener problema alguno, si las formas de un gobierno autoritario hubieran sido las correctas en el ámbito legal.
El gobernador Guillermo Padrés no debe olvidar que su gestión está en entre dicho, su trabajo está siendo brutalmente empañado por una ola de malos manejos y un desacato que aún no paga a la SCJN.
Recordemos que en Mayo pasado, la SCJN otorgó un amparo en contra de la manifestación de impacto ambiental que dio la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales para la construcción de Acueducto Independencia.
En este amparo, se especifica que reconoce la personalidad de la Tribu Yaqui para reclamar ante las autoridades la inhabilitación de dicha obra, esto, debido a que les despojará de su agua, sin embargo, el mandatario hizo caso omiso del amparo y decidió desobedecer a la SCJN continuando con el trasvase de la Presa el Novillo a Hermosillo.
En ese sentido, el mandatario sonorense cayó en desacato, sin embargo, podemos o no estar de acuerdo con la resolución, pero de que Hermosillo necesita agua, la necesita, y eso de que digan que es de ellos, es una aseveración que raya en la usurpación, según el abogado Julio Portillo.
En estos días se espera que la corte decida el futuro del Acueducto Independencia, las voces son varias, los enfrentamientos políticos y económicos entre los empresarios obregonenses ante los capitalinos ha aflorado, dan estadísticas que pueden asustar, pero mire usted:
Los agricultores que manejan los hilos de la Tribu Yaqui, no cesarán, sus inversiones en la tierra que rentan es muy grande. Apellidos de la envergadura de los Robinson Bours, Díaz Brown, Elías Calles están metidos hasta las “manitas”, sus intereses son demasiado como para dejar que el Gobernador se salga con la suya, se percibe una dosis muy cargada de política, porque saben, están conscientes que en lo económico no les pesará en demasía, por no decir en nada.
La tribu dejó de cosechar en sus tierras hace mucho tiempo, es sabido por todos, sin embargo, las presiones de las que son objeto por el grupo de empresarios cajemenses han desembocado los bloqueos que mantienen en Vicam, esos mismos que según cifras han provocado pérdidas millonarias, sin mencionar cuanto, es complejo cuantificarlo, pero se habla de dólares.
El bloqueo ha enturbiado el trabajo de empresas del ámbito automotriz, agropecuario, agrícola, transporte, turismo y por supuesto minería, muchas empresas han destilado pérdidas por el bloqueo, un bloqueo ilegal, sí, pero con un trasfondo poco nítido donde se alcanza a ver la mano de Padrés, eso ensució el proceso y desencadenó la ilegalidad en ambos lados.
Todos opinan, unos con conocimiento de causa otros porque simplemente son autoridad.
El Delegado de CONAGUA César Lagarda dijo que a Hermosillo está llegando agua del Novillo y está abasteciendo a poco más del 10% de la población; sin embargo el Secretario de Gobierno Roberto Romero fiel a su desinformación, dijo que es del 80, dato que seguramente le pasó al mandatario, Quién miente?; Quién está mejor informado?, esa es la cuestión.
La SCJN podría ser salomónica en su decisión; Por un lado, seguramente están conscientes que Hermosillo necesita el agua, que el trasvase es humanitario y no político ni económico; Pero por otro, las pruebas seguramente dirán que el Gobierno de Sonora violó una serie de especificaciones que se debieron prever antes de iniciar el trasvase y que jamás se cumplieron.
Es decir, deberán estar buscando los chivos expiatorios que sean alcanzados por la mano de la justicia para dejar claro que nadie está por encima de ésta, pero a la vez, la resolución desistirá de cancelar dicho trasvase, por tratarse de un asunto humanitario donde la prioridad es el consumo humano de agua, y no para riego de sembradíos. Al menos eso dijo el abogado Portillo.
Y la realidad no está descabellada la teoría, se podría dar en esa tesitura legal, el problema se solucionaría y en el papel todos quedarían contentos.
Bueno, eso creo, porque he escuchado por el lado priista que sí quieren agua para Hermosillo, pero que se debe respetar la legalidad, con esa resolución salomónica, la SCJN cumpliría con ambas.
Dicen que la red de Hermosillo desperdicia casi el 40% de agua, dicen que los pozos de la Costa podrían abastecer sin problema la ciudad, cuestionan que en la sierra hay represos que hicieron con el agua de la presa y que los caciques son los dueños, se dicen muchas cosas, pero en lo personal, no me importa de dónde llegue el agua, lo importante es tenerla, y creo que el 100% de hermosillenses pensarán igual.
Primero, la iniciación de la obra sin autorización judicial. Luego la demanda de la Tribu Yaqui y el desacato del mandatario. Le siguió el aprovechamiento de los líderes del movimiento no al Novillo para “convencer a los Yaquis que bloquearan la carretera. De todo ha pasado, pero nada hubiera sucedido, si Padrés hubiera tenido un tipo inteligente, negociador, persuasivo, Roberto Romero jamás lo fue, no lo está siendo, y saben qué, jamás lo será, eso está claro.